UNA ARQUILLA DE CURIOSIDADES



sábado, 2 de octubre de 2010

Viaje al Taktsang



Viaje al Taktsang


     Su nombre era, "Chinco", no llegaba 1,50 de estatura, pero su sonrisa y las ganas de vivir sobrepasaban los
2 metros de altura. Su piel morena y su cabello negro eran otra señal de identidad (como sus ojos, color de "Coca-Cola").

Pequeña como un ratón y con sus mismos movimientos, rápidos e incansable ( yo creo que siempre quiso ser cabeza de ratón, mas que cola de león).
Agotaba a todo su entorno, menos a una persona. Su inseparable amiga; mas menuda que ella, con un color pimienta en su pelo y unos ojos negros, siempre pensé que eran dos almas gemelas.

Su nombre era "Mau".

Chinco tuvo que partir hacia el Monasterio Taktsang o también conocido como el Nido del Tigre, se encuentra en el Valle de Paro, Buthan. Construido en la roca a mas de 3,500 metros sobre el nivel del mar, cuelga sobre un precipicio casi vertical de unos 800 metros, y solo se puede acceder a pie. Este Monasterio de la “antigua escuela” (Nyingma ), fue construido en 1692, alrededor de la cueva en la que se dice que el Guru Padmasambhava meditó durante 3 meses.
El Gurú Padmasambhava fundador de la escuela tibetana de budismo Nyingma en el S. VIII, fue quien instauró el Budismo en Bután. Es reconocido como el segundo Buda, y es también conocido como el Guru Rinpoche o el “Maestro Precioso” tanto en Bután como en el Tibet.
Existen varias leyendas que explican el por qué el Monasterio recibe el nombre del “Nido del Tigre”, una de ellas afirma que el Guru Padmasambhava llegó a hasta este lugar a lomos de una tigresa voladora. Otras leyendas, aunque coinciden, llegan a afirmar que la tigresa voladora se trataba realmente de Yesge Tsogyal, esposa de un emperador, que fue discípula y consorte del Guru Padmasambhava, y según dice esta leyenda Padmasambhava transformó a Yesge Tsogyal en la Tigresa Voladora que le llevó hasta la cueva en la estuvo meditando durante 3 meses, dónde más tarde construirían este maravilloso Templo en su honor.

Este monasterio atrajo tanto a Chinco, que desde hacia años quería visitarle y a la vez su maravilloso país;
Bhutan.

Mau por su parte, se quedo a muchos kilómetros de distancia del país maravilloso, "por ganas", la habría acompañado. Pero la edad de la menuda anciana, no se lo permitía.

Aunque, "como todas las cosas buenas", que acontecen en esta vida y quedan mas clavadas en el recuerdo ( ella, tendría tantos buenos momentos vividos con ella en estos años) y su sombra acompañaría a Chinco, hacia el lejano país pegada a la de ella, como una.

Chinco afronto con ganas e impaciencia la subida y desde un principio, sus pautas la delataron;
coger su propio ritmo y respirando por la nariz con unas grandes inspiraciones, llenando sus pulmones con algo mas de aire, olores, sensaciones y visiones del paisaje maravilloso que la rodeaban. Aunque por la altitud, se notaba la falta de aire en sus pulmones.

En 30 minutos llego al gran mirador donde se contemplaba el monasterio pegado a la roca y colgado en el abismo de la montaña, el viaje estaba compensado con el paisaje de este momento. Aunque su sombra pesaba el doble, a su ver corría el doble, sentía la fuerza de la diminuta compañera. Una vez coronada la cima, empezaría el descenso hacia el puente que cruza la cascada y por ultimo acometer los
300m finales de subida al templo. Se quedo pensativa y miro sin querer hacia sus pies creyendo que la encontraría, pero no fue así, aunque por el efecto del sol su sombra estaba mas abultada ( a miles de kilómetros sus ojos brillaron había coronado la cima y contemplaba el monasterio, fijo su vista cansada en dirección al cielo y encontró los ojos de su amiga ).

En la bajada, camino del puente, el cual sorteaba el arroyo de la impresiónate cascada, Chinco se encontró un retal de tela ( por su color rojo – azafrán y su textura, parecía un pedazo de retal de algún hábito que visten los monjes).

Estos hábitos procede de la idea de usar ropa ordinaria que les protegiera de los elementos. No puede estar hecho de una única pieza, sino de retales cosidos. El color varía según la tradición, amarillo o azafrán en los países de tradición theravada, rojo en Tibet, gris o negro en Asia oriental.) lo recogió y se lo anudo a la muñeca y pensó otras de sus frases “ el camino te lo da".

Hoy 30 septiembre de 2.010, vamos camino de la clínica Chinco lleva en sus brazos a Mau, desata de su muñeca el retal de tela color rojo – azafrán y se lo anuda a Mau en su mano delantera derecha, "ella" ya se ha despedido de todos a su manera (siempre con la mirada), en estos pocos minutos busca a todas las personas que están a su lado (como siempre a echo, buscando y contando a la gente que la rodean), los mira con sus ojos negros, brillantes y envejecidos por sus cataratas. Pasa de unos brazos a otros ya que sus limitadas fuerzas la impiden andar con ese movimiento que la caracterizo siempre de aéreo, ágil y ese sonido de sus pisadas en el suelo tan peculiar.
Entramos en la sala y para mitigar el frió de la mesa Chinco y compañía ponen sus manos sobre ella; esta tranquila y muy cansada. Su mirada es de relajación absoluta, como queriendo decir: "este es mi viaje, mi ultimo viaje".

"Gracias".

Ana, la veterinaria, coge su pata delantera derecha buscando una vena y clava la aguja ( Mua mira contado a los presentes como siempre y despidiéndose con la mirada por ultima vez). En un momento de silencio cuando el liquido entra en su cuerpo, Ana empieza a cantar el mantra
del Guru Rinpoche ("Mantra": palabra de origen sánscrito, que esta formada por los términos manaḥ y trāyate, que se traducen como mente y liberación respectivamente).

Permanecemos tocando su piel, su cabeza y su cuerpo hasta que se apaga la vida que nos dio.

¿Tiempo? no se cuanto paso.        

Pero lo que si os diré; que nunca la olvidare y tampoco esa filosofía "de vida" que un animal te aporta y muchas personas no entienden.

Su nombre era "Mua"; no llegaba 30cm de estatura, pero su mirada y las ganas de vivir sobrepasaban los 2 metros de altura, su piel morena y su cabellos color sal y pimienta eran otra señal de identidad, como sus ojos de color negro. Pequeña pero ágil y de movimientos rápidos, saltos increíbles e incansable, solo no agotaba a "Chinco"; dos sombras unidas por el destino y la vida.

Escrito y dedicado para Uma Dana

Gracias; por todos los momentos que hemos vivido juntos y sobre todo "gracias" por haber cuidado tanto de las personas que quiero. Nunca olvidare el sonido de tus uñas al contacto del suelo de casa al caminar, esa sombra eterna detrás de ti.
30 de Septiembre del 2.010

miércoles, 25 de agosto de 2010

Por lo vivido.

Hola amiga: quiero felicitarte por tu cumpleaños y decirte que es todo un honor para mí ,compartir vivencias contigo. Para mí eres la elegancia personalizada, en todos los sentidos, sobre todo en tu forma de ser y de relacionarte con los demás. Eres generosa y pones el corazón en todo lo que haces. Te admiro y en muchas ocasiones eres un ejemplo a seguir para mi. Te mando un abrazo muy muy fuerte y un saco de cariño. Ana

domingo, 22 de agosto de 2010

Con sus amigos los animales

Con un camello en EgiptoSu amigo Titi en Faunia(Madrid)

Un amigo peculiar en Paris


Feliz como una perdiz

Por la Costa de la muerte (Galicia)
Ella y las gaviotas

Otra vez viajando

Con las abuelas en Oslo
En un glaciar en Noruega
Con un amigo en Paris
En San Fermin
Por tierras de Burgos de carreteros

jueves, 12 de agosto de 2010

Un regalo


Adiestrando dos grandes canes


Un cumpleaños


Otra gran pasion, Viajar

New York
Miami

Las Ramblas



Andorra



Teide



Un pueblecito del Norte





Paris






Pueblos blancos







Selva Negra








Alemania










Fresas Alemanas









Conjuntada












Etapas





































La trifiesta en Yunquera